El presidente sufre el desgaste de su rol: "En este cargo hay que estar las 24 horas". Valdés aludió a fisuras en el bloque controlador.
La venta de acciones de José Yuraszeck (12,6%) y Federico Valdés (2,05%) a Carlos Heller sorprendió a varios al interior de la propia concesionaria. De hecho, en la última reunión de directorio de Azul Azul, realizada el 13 de noviembre, el grupo cercano a Yuraszeck conversó sobre la opción clara de seguir en el club.
En ese momento nadie comentó la intención de dejar Azul Azul o ceder parte del paquete accionario a Heller u otro director. Sin embargo, al interior del grupo que encabeza Yuraszeck se reconoció el desgaste dentro de la facción, producto de la exigencias de dirigir al club.
“Lo que hemos conocido hoy (ayer) es una buena noticia para la ‘U’. Carlos Heller es un gran hincha y esto representa la creación de nuevos liderazgos. Mi compromiso con Universidad de Chile es mucho mayor a tener unas acciones más o menos. Seguiré como presidente hasta la próxima junta de accionistas”, dijo ayer Yuraszeck.
Agregó que “esto es como un equipo de fútbol. A veces el capitán tiene más visibilidad pública, pero todos trabajamos para engrandecer a la ‘U’. Esto es para crecer. La presidencia es muy expuesta, requiere las 24 horas del día y los siete días de la semana… Acá se tomó una decisión accionaria y de trabajo en equipo”.
A esa exposición a la que se refiere Yuraszeck se sumó el momento por el que atraviesa la concesionaria. La friccionada relación de los hinchas con el timonel, sumado al oscuro momento que vive Blanco y Negro, lo hicieron cavilar la decisión de ceder el protagonismo en el club. “Lo que vive Salah o su amigo León Vial lo tiene preocupado. José (Yuraszeck) ve con preocupación el tema de la incomprensión de los hinchas con los dirigentes de las grandes sociedades anónimas del fútbol”, cuenta un miembro del directorio.
A ese desgaste se sumaron las distintas visiones en Azul Azul, lo que evidenció las fisuras en el grupo controlador que ahora cedió su participación a Heller. “Lo que ocurrió es que el grupo que apoyaba esta iniciativa, que primero me apoyo con su votos y luego a José Yuraszeck, se desarmó, porque algunos decidieron vender sus acciones y en esas circunstancias, mi permanencia no hacía sentido. Esa es la verdad... Fue una decisión bien dura, que más bien produce tristeza”, dijo ayer Federico Valdés.
Añadió que “los últimos meses de Yuraszeck han tenido de todo, incidentes que han mantenido a la ‘U’ en la noticia, pero no de la forma en que quisiéramos. Eso sí, a Yuraszeck le han dado pocas posibilidades de equivocarse...”.
La incertidumbre sobre una posible sanción del Tribunal de Honor, tras la denuncia de la UC, también fue un factor a considerar por Yuraszeck, pese a que Valdés estimó que “esos incidentes no influyen en esta determinación.En el último directorio no hubo recriminaciones”.
El efecto Délano
Otro elemento que influyó en su decisión fue la salida de Carlos Alberto Délano de Azul Azul, tras vender sus acciones (14,04%) al empresario Daniel Schiapira. Délano es uno de los mejores amigos del todavía presidente de la “U” y era uno de sus grandes apoyos al interior del club , por lo que su salida reforzó su idea de ceder poder en la mesa.
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